Lucas Costas, un tipo español fornido con una gruesa herramienta de XL, ama a los pequeños como Rafa Marco. Le gustan especialmente los muchachos que están atados delante de él, esperando que los pisotee, usándolos como su alfombra humana. Rafa realmente se pone a prueba en esta sesión caliente. Tiene que recibir una paliza, lamerle los pies y, al final, renunciar a su dulce agujero por el jodido que su maestro necesita.