Yah-Jil tiene una entrega especial para Dan, en la forma de un joven cautivo Yago. Tiene los ojos vendados, pero aunque no se ofreció para esto, su gran polla sin cortar no puede permanecer blanda cuando tiene dos largos y carnosos penes para servir. Cogido en su cara y masturbado, Yago pronto adorará de buena gana cada centímetro de carne que se le acerque, con la cara y la boca embadurnadas de precum. Ahora los chicos de arriba saben que está enganchado a la polla y pueden soltarle las esposas y enseñarle las pollas que ha estado chupando, llevándole al dormitorio para que su culo coja una buena cogida. Dan va primero, metiendo su gran carne en el agujero del tipo y embistiéndolo por detrás mientras Yah hace que su esclavo se trague su hombría un poco más, entonces es el momento de que el repartidor barbudo reciba su recompensa, tomando su turno para embestir profundamente. Puede que al principio se mostrara reacio, pero cuando está chorreando por todo Dan y se carga en su jodido agujero, le encanta.