César está en el lugar equivocado en el momento adecuado para el chico superior caliente Sly. Una vez atrapado, el chico recibe una polla dura y chorreante en su cara y no tiene elección, tiene que chupar esa carne. Con su polla rígida y ese agujero caliente bajo su control, Sly no se contiene, clavando su longitud en ese culo y embistiendo a su cautivo, agarrándolo por el pelo y utilizándolo. César ha dejado de luchar para cuando Sly está disparando su carga de semen entre esas mejillas y follando su carga dentro del chico, su propia erección está desesperada por disparar también, salpicando su estómago con crema.